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Identidad y Tradición

Costumbres hispánicas de la alta edad media.

Costumbres hispánicas de la alta edad media.

En el reino de Asturias, en el siglo IX aún hubo problemas religiosos y en zonas rurales (prácticamente todas) de Euskalherría y Pirineos no llegó el cristianismo hasta el siglo X. Los árabes llamaban a los vascos «adoradores del fuego», porque cuando trabaron contacto con ellos aún eran paganos. Se trataba de restos de paganismo popular romano mezclado con el paganismo indígena. Por ejemplo, en su obra De correctione rusticorum escrita a mediados del siglo VI, San Martín de Braga dice que en Galicia muchos campesinos no trabajaban los jueves, en honor al dios Júpiter ya que es el día consagrado a él, y sí lo hacían los domingos. También recoge la práctica popular de tirar piedras en los cruces de caminos en honor a Mercurio, y colocar imágenes del dios en dichos cruces. También recoge costumbres festivas como la de disfrazarse con máscaras de animales en las calendas de enero, cuando se celebraba el comienzo del año. Otras costumbres paganas (casi todas atestiguadas en la religiosidad pagana romana) que enumera son:

-Sacrificar un ave y rociar con su sangre la pared de una casa recién construida antes de que entren a habitarla.

 

-Colgar una rama de laurel en el marco de la puerta principal de la casa.

 

-Tirar comida y bebida al fuego antes de comer como ofrenda a los dioses protectores de la casa

 

-Colocar velas junto a árboles, fuentes o piedras sagradas (esta costumbre no es romana).

 

- Llevar comida a los muertos y comer encima de las sepulturas.

 

En el XII en el Concilio visigodo de Toledo el año 681, se ordena a los obispos y justicias que destruyan las piedras, árboles y fuentes sagrados (no sé cómo se destruye una fuente...) y se persiga a los idólatras.

 

San Valerio (630-695) cuando describe sus experiencias como abad de San Pedro de Montes, en el Bierzo, habla de reuniones nocturnas en los bosques en las que se cantaba y bailaba de forma inapropiada y de una ceremonia pagana que llevaban a cabo los lugareños en la cima de una montaña cerca de Astorga. 

 

Después de la invasión árabe, durante los inicios de la Reconquista he encontrado algunas menciones en las fuentes a pervivencias paganas:

 

El testamento del Rey asturiano Alfonso II el casto Testamentorum regis Adefonsi se conserva en la catedral de Oviedo y está fechado en el 812. Se trata de uno de los documentos más antiguos del reino asturiano y el primero en el que se nombra a Pelayo. Habla de él en estos términos: «De esta peste (la invasión musulmana) libraste con tu diestra, Cristo, a tu siervo Pelayo, el cual fue elevado a rango de príncipe y, luchando victoriosamente, abatió a los enemigos y defendió, vencedor, al pueblo cristiano y astur, dándoles gloria». El hecho de que diferencie entre cristianos y astures parece dejar claro que los astures en esa época no lo eran.

 

Otro indicio es la Iglesia de la Santa Cruz, construida sobre un dolmen cerca de Cangas de Onís ,donde según la lápida de consagración de la Iglesia, fechada en 737, está enterrado el Rey Favila (al que mató un oso). Se le llama iglesia de la Santa Cruz porque se supone que albergaba los restos de la cruz de madera que enarbolaba Pelayo en la batalla de Covadonga.

 

Pero lo curioso, aparte del hecho de que se construyese la iglesia sobre un dolmen (sepultura megalítica), es que en la inscripción de la lápida de consagración dice que la iglesia fue consagrada por el «Vate» Asterio, y los vates eran adivinadores en la Roma pagana.

 

 

Eduardo Núñez

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