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Identidad y Tradición

TIPOS EUROPEOS

TIPOS EUROPEOS

 Firmado como: Gabriel Estalrich.

 

Sería interesante extender algo más este artículo hablando también del origen de las razas de Europa visto que si bien es cierto que genéticamente la uniformidad europea es bastante clara así como también la continuidad desde épocas antiguas también es cierto que desde un punto de vista fenotípico existe una diversidad de formas y tipos raciales de los cuales sería interesante conocer el origen y  la formación de los diversos tipos humanos europeos.

 

Así pues comenzaríamos con un breve introducción al tema de Lothar Killian,”Zum Ursprung der Indogermanen: Forschungen aus Linguistik, Prähistorie und. Anthropologie.”

 

     “Durante el paleolítico superior, la totalidad de la población de Europa estuvo formada por los tipos de Brünn y Combe Capelle, de formas estrechas, y por los tipos de Cromañón y Oberkassel, de formas más robustas, entre los que, sin duda alguna, se produjeron cruces. Esta constituiría la primera diferenciación. A continuación se produce un segundo proceso de diferenciación: La despigmentación de ambos tipos en el norte. De esta forma se formaron en la Mitteleuropa central y nórdica los dálicos y nórdicos rubios y en la Europa meridional y el norte de África los berbéridos y los mediterráneos. En la ilustración 64 se ofrece una representación esquemática de este proceso. En consecuencia, el lugar de origen de la raza nórdica habría estado en Mitteleuropa y cabría decir lo mismo de la raza dálica. Su vecindad provocó con el transcurso del tiempo que se produjeran constantes relaciones entre ambas, lo que condujo a la formación de tipos mixtos nórdico-dálicos. Estos últimos deben recibir esa denominación y no entrar en el concepto de <>. El caso de mediterráneos y berbéridos resulta análogo. En cuanto a la formación de un <> que se puede rastrear desde el final de la última glaciación, ha llevado a la formulación de numerosas hipótesis, siempre en relación con la raza alpina, que han sido catalogadas de forma digna de agradecer por Coon. No obstante, no podemos abordar aquí esta cuestión ya que no concierne directamente a nuestro tema”.

 

Siendo correcto el análisis de Killian vemos que este peca de incompleto al no abordar la formación de otros tipos raciales tales como los Alpinos, Báltico-Orientales y Dináricos. Así pues vamos a exponer una explicación más completa del proceso de formación racial en el continente europeo de la mano del antropólogo Beltil J. Lundman y de su trabajo “The races and peoples of Europe”.

 

Para Lundman la historia racial de las diversas tipologías europeas el sería la siguiente: Los Paleo-Atlántidos serían descendientes relativamente poco mezclados de los hombres Paleolíticos pertenecientes a los tipos cromagnón de Europa occidental y del Norte de África. Los cromágnidos seguirían en dirección norte la retirada de los hielos glaciales al final del Pleistoceno. Vivieron como cazadores especializados en la fauna de las partes nórdicas y atlánticas de Europa. El tipo Paleo-Atlántido nunca fue tan despigmentado como el Faélido o el Escando-Nórdico cuyas tribus emigrarían al Norte después del. Para Lundman tanto los Nórdicos como los Faélidos se habían originado desde otro tipo anterior relacionado con proto-grupos cromágnidos. En el caso de los Faélidos de tipos robustos y en el caso de los Nórdicos desde tipos más gráciles. Faélidos y Nórdicos eran ya en aquellos tiempos racialmente más progresivos y culturalmente algo más desarrollados que los Paleo-Atlántidos. Otro tipo racial que es frecuente encontrar en las islas británicas es el Norte-Atlántido considerado como una variedad de la raza Nórdica pero que presenta caracteres diferentes sobre todo con respecto a la pigmentación, siendo el tipo Norte-Atlántido más pigmentado como resultado de una adaptación a un clima no tan frío aunque húmedo y también como resultado de mezclas con razas europeas más pigmentadas tales como la Atlanto-Mediterránea o la Mediterránea grácil o Ibero-Insular.

Los grupos raciales sud-occidentales serían básicamente los Béridos, Mediterráneos (En sus dos variedades: La Atlanto-Mediterránea más alta y robusta y la Mediterránea Grácil más baja y grácil) y los Alpinos. Todos ellos originados de cromagnones que habrían evolucionados hacia formas de corta estatura (excepto en el caso del tipo Atlanta-Mediterráneo) y mayor pigmentación. Estos cromágnidos sud-europeos serían los menos adaptados a los climas fríos. La mayoría de los tipos Béridos vivirían en áreas poco favorables del la Europa sud-occidental debido a que fueron forzados por otras razas a ubicarse en estas áreas menos favorecidas. Los Mediterráneos de tipo Ibero-Insular serian tipos gráciles originados en regiones mucho más favorables de estas latitudes europeas. La presencia de los tipos más esbeltos y gráciles entre los Mediterráneos habría sido probablemente un resultado tardío de adaptación a un medio determinado. Para el antropólogo Lionel Sims la pérdida de robustez se debe a una etapa en la que desaparecieron los grandes animales, cuya caza implicaba un trabajo en equipo, camuflaje y experiencia, con una vida nómada, sin enfermedades típicas de las poblaciones sedentarias, hacía de esta una vida más excitante y sana; al depender más de la caza de los pequeños animales, más difíciles de cazar, y al verse envueltos en un rápido cambio en su ambiente, el paso fue más bien traumático; al principio el paso a una vida sedentaria al adoptar la agricultura resultaría aburrida para individuos acostumbrados a una actividad más excitante; eso sumado al desarrollo de enfermedades típicas del sedentarismo y desconocidas para nuestros antepasados hasta entonces, contribuyó a un empeoramiento de la salud y, por tanto, dando lugar a individuos con esqueletos más gráciles, afectando también a la altura.

La raza Alpina debió tener un origen en los periodos neolíticos aunque la extrema braquicefalización que ha sufrido y su gran expansión debió de producirse durante la edad media ya que anteriormente también fue una raza confinada a áreas desfavorables. Los Mediterráneos del este o Póntidos y los Alpinos del este se habrían originado de una manera similar desde grupos del este europeo. Los Báltico-Orientales para Lundman serían una raza cuyo origen debería localizarse en áreas muy frías y frecuentemente nubosas. Esto es, en un lugar cercano al mar Báltico y a la zona de despigmentación nórdica. Aunque no lo menciona hoy en día se considera que el complejo racial Báltico se puede subdividir en tres tipos básicos: el Báltico-Occidental muy similar físicamente al Faélido y donde se habrían conservado mejor los rasgos cromágnidos, el Báltico propiamente dicho en el que aun teniendo un origen común al Báltico-Occidental habría sufrido por adaptación al medio ambiente un proceso de “alpinización” y de “borealización”, finalmente el tipo Báltico-Oriental sería aquel en el que los elementos Báltico-Occidentales o Bálticos habrían sufrido una aportación de tipos laponoide.

Finalmente en el caso de los Dináricos y Arménidos estos se habrían originado en las partes nórdicas del sudoeste de Asia para posteriormente desplazarse en dirección norte hasta el sudeste de Europa y el sur de Europa Central posiblemente durante la edad de piedra. Estas dos razas habrían sufrido un proceso de braquicefalización durante su último estadio de desarrollo filogenético.

 

Para terminar sería interesante también conocer algo de la historia racial de Europa con respecto a la cuestión Indoeuropea siguiendo el análisis de Lundman. Para este la raza rubia Nórdica se originó en el Norte de Europa o al menos no lejos de esta región. El color muy claro de los pobladores de las regiones del norte de Europa se debe, según Marvin Harris, a que al comenzar la lenta ascensión hacia el norte los grupos europeos sufrieron un déficit de vitamina D (que se obtiene normalmente del pescado marino) y de calcio que hizo que la selección natural favoreciese la piel blanca, por su mayor receptividad frente a las radiaciones solares, y también por su mayor capacidad para producir la enzima llamada lactasa que posibilita la ingestión de grandes cantidades de leche fresca, alimento básico en los territorios nórdicos. Así, la supervivencia de hijos de piel clara, más fuertes y más sanos por lo general que los hijos morenos en ambientes de poca radiación solar con déficits alimenticios, unido a la alta mortalidad infantil de esas épocas, dio como resultado a una mayor proporción de rubios en las poblaciones nórdicas. Para Harris la mayor proporción del tipo nórdico se produjo hace 6.000 años, pero en realidad se puede asegurar que entre las poblaciones paleolíticas  ya habían individuos rubios, aunque no fueran ni mucho menos mayoritarios con respecto a los morenos evidentemente.  Sin embargo, tribus nórdicas emigraron de manera temprana fuera de sus pobres regiones de origen hacia las ricas tierras del Sur. Los nórdicos llegaron a estas diversas latitudes como conquistadores y colonos, sin embargo poco a poco parcialmente fueron desapareciendo en sus formas más puras debido a la mejor adaptación de los tipos morenos y a la mezcla acaecida con estos. De todas formas, por ejemplo, en España el tipo nórdico aportado por los indoeuropeos fue reforzado después con la inmigraciones germánicas, según algunos antropólogos formaría parte de la composición de los habitantes de los españoles en un porcentaje cercano al 15% lo cual al ser los caracteres nórdicos de pigmentación recesivos a nivel fenotípico podría indicar que en realidad la participación nórdica podría ser cercana al 30% según las leyes de Mendel. Recientes estudios genéticos han llegado a la conclusión de que en cuanto respecta a los españoles se han encontrado marcadores genéticos que demostrarían esta participación, según estos estudios en el Norte de España hasta un 53,49% de la población tendría una participación de marcadores genético de origen nórdico apreciable mientras que en el resto no lo sería tanto pudiendo ser este visible o no a nivel del fenotipo, en cuanto al sur de la España un 26,3% de la población tendría también una notable participación genética de origen norte europeo, en el resto de la población sería menor o no sería tan apreciable.

Pero sigamos con la cuestión histórica. Desde un punto puramente lingüístico los proto-Indoeuropeos parecen haberse originado a través de la mezcla de al menos dos elementos de población (Volkselemente), presumiblemente uno Mediterránido y otro Nordoide. Si esto fuera cierto, los Indoeuropeos que vivieron en una zona más cercanas al sureste, los Indo-Iranios, deberían provenir también de un proto-elemento Póntido (Mediterráneo del Este) y en menor medida de los grupos Nórdico Occidentales De acuerdo a antiguas descripciones y evidencias artísticas, los primeros Indo-Iranios parece que podrían haber contener un cierto componente rubio entre sus pueblos pero no de manera masiva. Por el contrario el resto de los pueblos indoeuropeos parecen haber sido masivamente rubios. Finalmente –y esto es importante- también parece ser cierto que los Tocarios (pertenecientes al grupo occidental IE) y que emigraron hasta los confines de China fueron predominantemente rubios.

Conforme a evidencias artísticas así como también a evidencia craneales el elemento pigmentado de los primitivos IE parece haber sido de origen Mediterráneo del Este, aunque un origen Mediterráneo de origen Danubiano es también argumentable según ciertos autores. El elemento rubio IE, debió de tener un origen Nórdico, si empleamos este término de una manera amplia ya que formas Faélidas debieron también estar presentes entre ellos.

Los cráneos más antiguos de los IE  que conocemos son originarios de la parte central y sudeste de Alemania y provienen de las edades del hierro y el cobre así como las de las edades del bronze.  Estos cráneos son siempre dolicocéfalos (alargados) e hipsicéfalos.(altos). No se encuentran cráneos dolicocéfalos y platicéfalos (bajos) como en la mayoría de los Escando-Nórdicos actuales (posiblemente por una matización cromagnida de estos últimos). Extremadamente alargados y muy altos fueron los cráneos del ultimo Neolítico entre los pueblos de la cerámica cordada. Los pueblos de la cerámica cordada han sido considerados siempre como un componente racial importante entre el núcleo de los pueblos IE. En su expansión a través de Europa estos pueblos Indoeuropeos de raza predominante Nórdica y antes de llegar a los confines de las actuales Grecia, Italia, la Península Ibérica, Islas Británicas, Francia etc. debieron mezclarse con otros tipos raciales tales como los Mediterráneos danubianos, Alpinos y Dináricos con lo cual a estos países llevarían también parcialmente elementos de estos tipos, como por ejemplo a la Península Ibérica parece que un componente de origen Alpino junto al Nórdico vino en algunas de las migraciones célticas, aunque hablar sobre la cuestión de la Indoeuropeización de la “Keltiké” ha sido tratado en anteriores artículos y nos remitimos a ellos por ahora.

 


 

 

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